lunes, 19 de julio de 2010

Le regalo una sensación


Traigo envuelto en palabras mi regalo para vos, más tendrá que disculparme por no encontrar embalaje mejor para regalarle una sensación.
Debo advertirle que, mientras pasee sus lentes por mis caprichos, se convertirá en marioneta de sensaciones, así que no trate de ocultar su ya conocida sonrisa discreta.

Volvamos a ser niños, con ojos pequeños miremos el mundo a lo grande, esta vez sin intentar adivinarnos de mayores. Levántese de su rincón tranquilo para descubrir qué imagen nos regalarán hoy las nubes; provoquemos tsunamis en cada charco; manchemos la roda de helado; seamos racistas en cada paso de cebra y no olvidemos las noches en vigilia esperando descubrir al pequeño Señor Ratoncito Pérez.

En otoño, cuando los árboles se desvistan, dejemos que los zapatos jueguen a lanzar al aire las hojas; baile cuando las gotas rompan en su paraguas y saboreé en una piruleta la dulzura de la vida.

Dibuje ángeles en la nieve; persiga las olas del mar y réhuyalas con risa nerviosa; camine bajo la lluvia y no vacile en retrasar cinco minutos más su “tick-tack” indiscreto.

Hoy será un superhéroe, mañana un vaquero.

Dese la vuelta y lance monedas en la fuente de los deseos; maravíllese ante la cabalgada de colores de un arco iris; persiga a las palomas de la plaza; siéntese en el suelo y aúpese entre la multitud.

Siéntase más veloz con sus zapatillas nuevas; haga bailar sus brazos mientras el viento sostiene su cometa; busque una estrella fugaz; derrita un bombón en sus labios y deje caer sus parpados en brazos de la serenidad.

1 comentario:

  1. Me ha encantado esta publicación, me ha dado ganas de volver a ser una niña

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