domingo, 29 de agosto de 2010

Mi estación


Me gusta comparar mi vida con una estación de trenes, un continuo ir y venir de gentes, cada uno de ellos en su viaje, con sus prisas, sus historias, sus miradas, sus maletas... ¿Qué guardaran en cada una de ellas? ¿Acaso caben todos los recuerdos bajo esas cremalleras?.

Por mi vida han pasado tantas personas, algunas solo pasearon delante de mi, otras me sonrieron e incluso algún niño me convirtió en un Mimo... Y vosotros, vosotros os sentasteis a mi lado, bien cerquita de mi, espalda contra espalda.
También os levantasteis, sois muchos los que habéis partido , los trenes llegaban y se marchaban sin más, algunos ni siquiera eran anunciados y yo me quedaba quieta, callada, llena de incertidumbre.

Yo sigo aquí, en mi estación, pero ya no estoy sentada, estoy paseando, cerquita de los trenes, entre la gente, mirando, escuchando y tentada, tentada de saber qué habrá al otro lado, dentro del tren, fuera de mi anden. Me voy soltando, y eso me gusta.
Un día subiré, recorreré el universo y pasearé en cada una de vuestras estaciones. Mientras tanto, esperadme.

1 comentario:

  1. Un señor X se para un día en esta misma estación de trenes y le da por decir que su tatatatatarabuelo inventó la palabra “hola”.

    Supón que este señor demanda a la sociedad por daños y perjuicios y reclama que por cada vez que se haya dicho la palabra “hola” haya que pagarle un euro.

    Supón también que las cortes tan inclinadas a favorecer al capital y las ridiculeces le dan la razón.

    Supón por ultimo que tengamos que inventar otra palabra para decir hola (marca registrada), porque ya no podremos usar aquella palabra que usábamos antes sin pagarle un euro a este señor.


    Otro día un señor W se parará en esta misma estación de trenes y le dará por decir que su tatatatarabuelo creó la palabra “adiós”. Este mismo señor W se encuentra en ese mismo momento en la mente de alguien que está creando su historia. Pero no habrá una historia. Su creador ha decidido que la historia del señor W no va para ninguna parte y la ha cancelado. El señor W ha dejado de existir. El autor está a su vez creando entonces otra historia diferente con personajes similares. Una que tiene que ver sobre el día que el señor que se invento la palabra “si” se encontró al inventor de la palabra “No”. El autor sabe que el señor que invento la palabra “No” tiene muchas historias que contar. Es un hombre interesante. Pero al pobre señor “No” nunca lo publicaron. Pasa que siempre se negó a todo lo que le preguntaban.

    Y tanto el señor que está creando una historia sobre el día que se encontraron los inventores de “Si” y “No” y todos los demás caracteres de este cuento se encuentran en mi mente. Nadie me garantiza que yo no soy parte de una historia que está contando otro. Que el día que se canse me borrara de un plumazo traicionero en búsqueda de una nueva historia.


    Siempre se usaran ideas de otros para hacer una composición sin que signifique esto, necesariamente, que un escrito tenga menos merito creacionista que otro. Si tomamos todos los cuentos que se hayan creado y creamos un cuento de la mezcla de ellos estaremos creando algo nuevo. Tal vez estaremos usando ideas ya existentes pero si estas son parte de un todo nuevo, esto sería una creación sin duda. Una idea original parte de otras ideas que son en conjunto el boceto que luego lleva a una idea maestra.

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